sábado, 23 de mayo de 2020

¿CUÁLES SON LAS LESIONES MÁS COMUNES DE UN CORREDOR?


POR MARCOS FLOREZ ENTRENADOR PERSONAL EN ESTARENFORMA
Los guerreros del fin de semana, el término con el que se conocía los deportistas de fin de semana hace tiempo y que acarreaban la mayor cantidad de lesiones en relación al tiempo de práctica, son la clara prueba de lo que confirmaba hace meses la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología: las lesiones deportivas son más frecuentes en deportistas aficionados que en deportistas profesionales.
Los runners son los que se llevan el premio gordo de las lesiones por repetición, falta de preparación, exceso de entrenamiento y materiales no adecuados a su técnica de carrera y peso corporal. Actualmente, las metas demasiado elevadas están consiguiendo que muchos corredores poco habituados caigan en lesiones por incrementar el esfuerzo de una forma poco saludable.
Lucas Leal, experto en biomecánica deportiva, afirma que “estamos consiguiendo saturar las consultas de traumatólogos y fisioterapeutas con la práctica desmedida del running, entre otras actividades”.
La primera, y más importante causa de los males de la carrera a pie son los impactos. Cada vez que hacemos contacto con el suelo, ese pequeño golpe se lo “come” nuestra estructura corporal. Huesos, articulaciones de la espalda baja y todo el tren inferior y músculos son los perjudicados principales. Además se acentúa cuando nuestro peso corporal es mayor.
Las lesiones más comunes son las siguientes:
 
  • Periostitis tibial
    Dolor en la zona más interna de las tibias. Las causas principales son los impactos, mala técnica de carrera y malos apoyos de los pies… Bajar la frecuencia del entrenamiento, incluso necesitando reposo o tal vez cambiar a actividades sin impacto como la bicicleta te ayudarán a recuperarte.
    Si es recurrente revisa si el calzado que usas es el adecuado para tu apoyo y forma del pie.
  • Fascitis plantar
    Es la inflamación de la “funda” que recubre la musculatura de la planta del pie. Musculatura débil, calzado inapropiado y pies con mucho arco suelen ser los causantes.
  • Síndrome iliotibial
    La banda iliotibial va desde la pelvis, cubre la cadera, zona lateral externa del muslo llegando a la tibia. Las molestias laterales del muslo que pueden estar en cualquiera de sus puntos son un clásico entre los corredores. Descanso, mejora de la musculatura y masaje en la zona son buenos aliados. El uso de rulos de foam es una estrategia sencilla y barata que todo corredor podría tener en cuenta.
  • Tendinopatías en rodilla y tendón de Aquiles
    Microroturas, inflamación, etc. en los tendones del miembro inferior son otro clásico de la repetición de gestos. Los tendones son tejidos fibrosos gruesos que se encargan de transmitir la fuerza generada por la contracción muscular a los huesos.
  • Los esguinces
    Principalmente de tobillo, solo están relacionados con las torceduras. El accidente, menor, y más típico de la carrera.
  • Sobreentrenamiento
    El nombre lo dice todo. Adaptación, adaptación y adaptación es el factor clave.
Para terminar no podemos olvidar las ampollas… calcetines y calzados inadecuados, exceso de humedad, etc. Nos centramos en ellas aquí.

¿CÓMO MINIMIZAR ESTOS MALES?

  1. Práctica en dosis adecuadas a nuestra capacidad.
  2. Entrenar de forma gradual en intensidad y cantidad según se vaya adaptando nuestra estructura. Y esto, para mal de muchos, es un proceso lento.
  3. Correr por terrenos menos duros como tierra, césped, pistas de atletismo.
  4. Usar calzados adecuados al terreno y a nuestros apoyos.
  5. Medidas como la mejora de la musculatura y todas las técnicas de regeneración desde la hidratación hasta el masaje serán de gran utilidad.
¿Estiramientos? aunque la recomendación general es sí, las estadísticas demuestran que ni reducen el riesgo de lesión –incluso lo incrementan‐ ni aceleran la recuperación.
Recuerda que más no siempre es mejor, que la personalización del entrenamiento es muy importante y que la recuperación entre enteramientos incluyendo el descanso, la hidratación y la alimentación son factores tan importantes como el entrenamiento.

martes, 27 de febrero de 2018

Gastritis



La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado.

La gastritis puede durar solo por un corto tiempo (gastritis aguda). También puede perdurar durante meses o años (gastritis crónica).

Causas
Las causas más comunes de gastritis son:

Ciertos medicamentos, como ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno o naproxeno y otros fármacos similares
Consumo excesivo de alcohol
Infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori
Las causas menos comunes son:

Trastornos autoinmunitarios (como anemia perniciosa)
Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar)
Consumo de cocaína
Ingerir o beber sustancias cáusticas o corrosivas (como venenos)
Estrés extremo
Infección viral, como citomegalovirus y el virus del herpes simple (ocurre con más frecuencia en personas con un sistema inmunitario débil)
Un traumatismo o una enfermedad grave y repentina como una cirugía mayor, insuficiencia renal o el hecho de estar con un respirador pueden causar gastritis.

Síntomas
Muchas personas con gastritis no tienen ningún tipo de síntomas.

Los síntomas que se pueden notar son:

Inapetencia
Náuseas y vómitos
Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen
Si la gastritis está causando sangrado del revestimiento del estómago, los síntomas pueden incluir:

Heces negras
Vómitos con sangre o material con aspecto de café molido
Pruebas y exámenes
Los exámenes que se puede necesitar son:

Conteo sanguíneo completo (CSC) para buscar anemia o bajo conteo sanguíneo
Examen del estómago con un endoscopio (esofagogastroduodenoscopia o EGD) con una biopsia del revestimiento del estómago
Exámenes para H. pylori (prueba de aliento o examen de heces)
Examen de heces para buscar pequeñas cantidades de sangre en las heces, lo cual puede ser un signo de hemorragia digestiva
Tratamiento
El tratamiento depende de lo que esté causando el problema. Algunas de las causas desaparecerán con el tiempo.

Usted posiblemente necesite dejar de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros medicamentos que puedan estar causando la gastritis. Siempre consulte con su proveedor de atención médica antes de suspender cualquier medicamento.

Puede emplear otros fármacos de venta libre y recetados que disminuyan la cantidad de ácido en el estómago, tales como:

Antiácidos
Antagonistas H2: famotidina (Pepsid), cimetidina (Tagamet), ranitidina (Zantac) y nizatidina (Axid)
Inhibidores de la bomba de protones (IBP): omeprazol (Prilosec), esomeprazol (Nexium), iansoprazol (Prevacid), rabeprazol (AcipHex) y pantoprazol (Protonix)
Se pueden emplear antiácidos para tratar la gastritis crónica causada por infección con la bacteria Helicobacter pylori.

Expectativas (pronóstico)
El pronóstico depende de la causa, pero con frecuencia es muy bueno.

Posibles complicaciones
Se puede presentar pérdida de sangre y aumento del riesgo para cáncer gástrico.

Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el proveedor si presenta:

Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen que no desaparece
Heces negras o alquitranosas
Vómito con sangre o material con aspecto de café molido
Prevención
Evite el uso prolongado de sustancias que puedan irritar el estómago como el ácido acetilsalicílico (aspirin), los antiinflamatorios o el alcohol


No hay texto alternativo automático disponible.

Comer distraídos por aparatos electrónicos: una mala combinación



“Comemos por el estómago y por el cerebro”, dice una especialista. Pero la TV y también los celulares y computadoras, impiden registrar la saciedad. Por lo tanto, se come más y mal.

Comer distraído, sin prestar atención a lo que se ingiere, puede conllevar ciertos desórdenes alimentarios ya que no se toma conciencia de la acción. Y si de distracción se trata, los dispositivos electrónicos (que todo lo han invadido) se han sumado incluso a la mesa familiar para tener en ocasiones un lugar protagónico.

Ni hablar del televisor, que ya ganó hace tiempo un lugar de privilegio y que tiene a más de un comensal atónito y abstraído.

El problema es que “comemos por el estómago y por el cerebro”, destaca Anahí Heded, jefa de nutricionistas del Método PronoKal, un programa de adelgazamiento y educación alimentaria. Entonces, al estar pendiente de otros asuntos en vez de la comida no se asimila mentalmente lo que se come o lo que se bebe, por lo cual el cerebro no recibe correctamente la señal que le permita registrar la saciedad.

El cerebro demora 20 minutos en recibir tal indicador y por lo tanto, si no se está atento, se seguirá comiendo más de lo requerido. Por otra parte, la distracción propicia un desencuentro con la propia necesidad.

“No sabemos cuánto del plato hemos comido, si nos hemos repetido, cuántos vasos de bebidas azucaradas tomamos... porque el cerebro no está registrando lo que está pasando en el cuerpo; se come más, sin pensar, seguimos comiendo sin darnos cuenta de que ya nos hemos saciado por estar distraídos. Por eso, hay que escuchar el cuerpo para reconocer la señal de saciedad”, explica Heded.

Además, en estas situaciones se suele comer más rápido lo cual tiene sus propios inconvenientes. Uno de ellos es que en el lapso mencionado se consume más cantidad de alimentos.

Comer en el trabajo es otra de las prácticas habituales para muchos, generalmente frente a una computadora y a las apuradas, lo que además de distracción suma quizás una situación de tensión o apuro que repercute negativamente. Otro tanto pasa con el desayuno, para el cual muchas familias ya no encuentran espacio o que se realiza sin siquiera sentarse en medio de los preparativos para comenzar el día.

Los profesionales reconocen que hay más consultas por trastornos gastrointestinales por comer en contextos desfavorables; uno de los más comunes es la dispepsia digestiva, que provoca malestar estomacal y está asociada a la mala masticación y la alimentación rápida.

Pero además se consulta por gastritis y constipación, en particular quienes tienen una vida laboral activa, adultos de mediana edad y con más demandas laborales.

Es que en el mismo lugar de trabajo se puede estar afectado por la ansiedad y el estrés y se come a otra velocidad.

Un mal vínculo
Los aparatos electrónicos suelen tener una relación cercana con el momento de la alimentación, la cual no necesariamente es buena. Es que además de distraer la ingesta, afectan la sociabilidad.

Así lo experimenta Gerardo (31): “Cuando estoy enroscado con algo de laburo (ya sea enviando algo de material o esperando un mail, por ejemplo), en la mesa está el plato, los cubiertos y al lado la tablet. Me da un poco de bronca a mí mismo y, de hecho, una vez que llega lo que tiene que llegar o termino lo que tengo que hacer, la guardo y como en paz. He llegado a perderme en almuerzos y cenas buscando en internet minuto a minuto cómo iba un partido que no daban por TV”.

María Natalia Sánchez, nutricionista del programa de Diabetes del Ministerio de Salud provincial, señaló que “las personas que son adictas a lo electrónico no registran lo que comen, mientras que el hábito de consumir mucha televisión también puede contribuir a desarrollar una adicción a los hidratos de carbono”.

Es que para muchos, tener algo “para picar” es casi parte ineludible de la cita con la pantalla, mucho más si se trata de una película. Según explica Sánchez, lo que generalmente se prefiere tiene este contenido y es algo rápido: “Pocos van a ir a preparar algo y menos una ensalada”.

Si en los adultos puede colaborar con el desarrollo de obesidad y ciertas patologías asociadas a ella, en los niños puede generar el efecto contrario. Muchas madres deben perseguir a sus hijos por la casa para que coman un bocado. Ellos suelen alimentarse mientras juegan, se levantan de la mesa a cada rato o lo hacen apurados por ir a jugar a “la play”.

La nutricionista explicó al respecto que “los chicos no tienen hábito de sentarse a la mesa o los padres los persiguen y por eso no se cubren los requerimientos nutricionales”. Asimismo, los niños no logran tomar decisiones respecto de lo que comen, medirse y reconocer la saciedad, mientras que en este contexto es habitual que luego de la comida principal no incluyan una fruta.

Por eso, las especialistas recomiendan adoptar el hábito de sentarse a la mesa en todas las comidas y, cuando se pueda, que sea en familia. Se trata de un momento en el que también se sociabiliza, y que requiere de cierta tranquilidad y un entorno desestresado. Además, hay que hacer el ejercicio de conectarse con lo que le sucede al cuerpo, registrar la saciedad y atender a las porciones que se ingieren.

Consejos

Anahí Heded, experta en nutrición del Método PronoKal, propone 8 reglas de oro para no cometer excesos:

1. Realizar 5 comidas al día. Así se activa el metabolismo y ayuda a quemar calorías. Además, está demostrado que llevando una ingesta de alimentos regular (cada 3-4 horas), se tendrá más sensación de saciedad y se evitará el picoteo entre horas.

2. Beber abundante agua. Aproximadamente 2 litros al día para mantener hidratados nuestros órganos y tejidos. El agua da sensación de saciedad y ayuda a desintoxicar nuestro cuerpo.

3. Cocinar con poca grasa y elegir la de mejor calidad. El aceite de oliva virgen es la mejor grasa recomendada, pero sólo pueden consumirse 3 o 4 cucharadas por día. Evitar las grasas animales.

4. Reducir el consumo de azúcares y dulces. Sólo aportan calorías vacías, es decir, sin nutrientes. Es preferible un chocolate negro y sin agregados como frutos secos.

5. Consumir muchas verduras y ensaladas. Dan sensación de saciedad con pocas calorías, nada de grasas y aportan nutrientes y agua. Elegir aliños o vinagretas con poco aceite y muchas especias, que darán más sabor a las verduras.

6. Seleccionar los alimentos más magros. Hay que procurar que la alimentación tenga como base las verduras, frutas, carnes blancas (ave, pavo, conejo, pescado), cereales, legumbres y lácteos magros.

7. Cuando se coma, no lea ni mire televisión.

8. Realizar actividad física a diario. El ejercicio es siempre sinónimo de salud: no sólo nos mantiene en forma sino que ayuda a mantener tanto los niveles de azúcar como de colesterol.


La imagen puede contener: texto

4 infusiones que facilitan la digestión



¡Qué rico es comer! A mí me encanta, ¿y a ti? Seguramente también. Si tienes alguna cena temática o una fiesta con un muy buen catering, es genial comer y probar de todo un poquito. No obstante, los problemas comienzan cuando no consumimos alimentos variados que permitan la correcta digestión.

Si combinas distintos tipos de comida, a tu estómago le parecerá igual que cuando mezclas bebidas. Le será muy difícil digerirlas. Entonces te sientes hinchado y con molestias en el estómago. Esto genera una sensación de cansancio, porque tu cuerpo enfoca toda su energía en la digestión. Por eso es tan apetecible la siesta luego de comer.

Las infusiones, un remedio rápido y natural
Cuando tienes una digestión lenta, lo único que deseas es acelerar el proceso. Uno de los remedios más efectivos son las infusiones. Lo mejor es que son muy económicas y, la mayoría de las veces, tienes los ingredientes a mano. Puedes tomar la infusión después de comer para evitar la aparición del malestar o cuando este ya se ha instaurado.

Las infusiones son siempre muy agradables, tanto en su sabor como en el placer que te da agarrar la taza caliente y sentir el rico aroma de una hierba. Te va a proporcionar una sensación agradable para los sentidos.

Cómo preparar la infusión
Es necesario que prepares correctamente la infusión que elijas porque, si no, puedes estropearla y quitar propiedades benéficas. Hay algunas reglas fundamentales para una correcta elaboración:

El agua nunca debe llegar a hervir. No debe llegar a los 100 °C. Es recomendable entre 80 y 90 °C, es decir, un momento antes que hierva. Si la calientas en una caldera (o pava), cuando empieza a hacer ruido y a verse un poco de vapor de agua. Si está a 100 °C puedes quemar la hierba.
Evita los endulzantes. Si consumes azúcar o cualquier otro tipo de endulzante, tu estómago tendrá más para digerir. Piensa que, si ya has comido demasiado, lo menos que necesitas es agregar algo nuevo a la lista. Además, las infusiones de hierbas se toman al natural. Aunque al inicio pueden saber un poco raro, solo es cuestión de acostumbrarte. Cuando lo hagas, comenzarás a disfrutar de su sabor.
Cuanto más natural, mejor. Si tienes la opción de conseguir la hierba fresca, será lo mejor. Si no, también es muy bueno si la consigues seca. Tu última opción siempre deben ser los saquitos de té que compras en el supermercado. Si lo que buscas es la comodidad que te da este saquito, puedes comprar uno de metal o de algún otro material. Esto es perfecto para ahorrar dinero y consumir productos verdaderamente naturales.
Las mejores infusiones para la digestión
Ha llegado el momento de hablar de las infusiones más recomendadas para mejorar la digestión. La que uses dependerá de tus gustos personales en cuanto a sabor y disponibilidad en tu alacena. Eso sí, si eres de las personas que tienen un buen surtido en su cocina, seguro encuentras todas las hierbas.

Boldo

La infusión con hojas de boldo es una de las más comunes, gracias a que ayuda a mejorar la función hepática, la salud de la vesícula biliar y disminuye los malestares estomacales. Es muy útil para reducir las flatulencias, depurar el organismo, eliminar líquidos y adelgazar.

Ingredientes

4 o 5 hojas de boldo o 1 saquito de té de boldo.

Preparación

Calienta el agua, sin dejarla hervir.
Vierte el agua caliente en una taza con las hojas de boldo.
Déjala tapada durante 5 minutos. Retira las hojas, si es necesario, y disfruta tu té.

Manzanilla

Una de las infusiones más deliciosas es la manzanilla, por lo que muchos solemos tomarla por puro gusto. Esta hierba es perfecta para esas ocasiones en que necesitas un estimulante digestivo, antidiarreico, calmante de espasmos, o quitar las náuseas.

Ingredientes

1 cucharada de manzanilla seca o 1 saquito de té.

Preparación

Calienta el agua, sin dejarla hervir.
Vierte el agua caliente en una taza con manzanilla.
Déjala tapada durante 5 minutos. Bébelo y disfrútalo tranquilamente.

Hinojo

La infusión de hinojo estimula y facilita la expulsión de gases intestinales. Además, te deja una sensación de relajamiento que te facilitará dormir cuando sientas mucha incomodidad. Si quien tiene problemas de digestión es tu hijo y no sabes cómo disminuir sus cólicos, esta infusión es perfecta.

Ingredientes

1 cucharada de hinojo seco. La puedes encontrar seca en tiendas naturistas, pero es difícil encontrarla en saquitos.

Preparación

Calienta el agua, sin dejarla hervir.
Vierte el agua caliente en una taza donde ya colocaste el hinojo.
Déjala tapada durante 5 minutos. Si no tienes saquito metálico, es recomendable que lo cueles antes de beberlo.

Jengibre

Esta infusión te resultará muy efectiva si tienes los intestinos inflamados. Previene las náuseas, vómitos, la dispepsia y evita los gases.

Ingredientes

1 cucharadita de jengibre rallado por taza que vayas a preparar.

Preparación

Calienta el agua, sin dejarla hervir.
Vierte el agua caliente en una taza con el jengibre.
Déjala tapada durante 5 minutos. Vas a tener que filtrar la infusión para poder beberla y disfrutarla.
Como puedes ver, cada una de estas infusiones es útil para problemas determinados. Si los síntomas que tienes son muy específicos, prueba con la infusión relacionada. En caso de que tengas todos los síntomas o de que desees terminar con los problemas digestivos de una vez, prueba a combinar las infusiones. Además, si sueles tener una digestión lenta de forma constante, también puedes adoptar el consumo de alguna de las infusiones como rutina en tu vida diaria.


No hay texto alternativo automático disponible.

Medición de la presión arterial



La presión arterial es una medida de la fuerza sobre las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo.

Usted se puede medir la presión arterial en su casa. También se la puede hacer revisar en el consultorio de su proveedor de atención médica o incluso en una estación de bomberos.

Forma en que se realiza el examen
Siéntese en una silla con la espalda apoyada. Las piernas deben estar descruzadas y los pies en el suelo.

Su brazo debe estar apoyado de manera que el antebrazo esté a nivel del corazón. Arremánguese para que el brazo quede desnudo. Asegúrese que la manga no esté apretujada apretando su brazo. Si lo está, saque el brazo de la manga o quítese la camisa.

Usted o su proveedor envolverán el esfigmomanómetro cómodamente alrededor de su brazo. El borde más bajo del manguito debe estar a 1 pulgada (2.5 cm) por encima del doblez del codo.

El manguito se inflará rápidamente. Esto se hace ya sea bombeando con la pera o pulsando un botón en el dispositivo. Usted sentirá opresión alrededor del brazo.
Luego, la válvula del manguito se abre ligeramente, dejando que la presión descienda de manera lenta.
A medida que la presión baja, se registra la lectura apenas se escucha el sonido de la sangre pulsando. Esta es la presión sistólica.
A medida que el aire continúa saliendo, los sonidos desaparecen. Se registra el punto en el cual el sonido se detiene. Esta es la presión diastólica.
Inflar el manguito con demasiada lentitud o no inflarlo a una presión lo suficientemente alta puede causar una lectura falsa. Si usted afloja la válvula demasiado, no podrá medir su presión arterial.

El procedimiento se puede hacer dos o más veces.

Preparación para el examen
Antes de medir la presión arterial:

Descanse durante al menos 5 minutos, 10 minutos es mejor, antes de tomarla.
NO se tome la presión arterial cuando esté bajo estrés, haya consumido cafeína o usado un producto de tabaco en los últimos 30 minutos, o haya hecho ejercicio recientemente.
Tome 2 o 3 lecturas en una sentada. Tome las lecturas con un intervalo de 1 minuto. Permanezca sentado. Al medir su presión arterial usted mismo, anote la hora de las lecturas. Su proveedor puede sugerirle que haga sus lecturas en ciertos momentos del día.

Tal vez quiera tomarse la presión arterial por la mañana y por la noche durante una semana.
Esto le dará al menos 14 lecturas que le ayudarán al proveedor a tomar decisiones respecto al tratamiento para su presión arterial.
Lo que se siente durante el examen
Usted sentirá una ligera molestia cuando el esfigmomanómetro se infle a su nivel más alto.

Razones por las que se realiza el examen
La presión arterial alta no presenta síntomas, así que es posible que usted no sepa que tiene este problema. La presión arterial alta con frecuencia se descubre durante una consulta con el proveedor por otra razón (como por un examen físico de rutina)

Descubrir la presión arterial alta y tratarla oportunamente puede ayudarlo a prevenir enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, problemas oculares o enfermedad renal crónica. Todos los adultos de 18 años de edad y mayores deberían hacerse revisar la presión arterial con regularidad.

Una vez al año para adultos de 40 años de edad y mayores
Una vez al año para personas con un riesgo alto de presentar presión arterial alta, incluyendo a quienes tienen sobrepeso o son obesos, a los afroamericanos y a aquellos con presión arterial alta normal de 130 a 139/85-89 mm Hg
Cada 3 a 5 años para adultos de 18 a 39 años de edad con presión arterial menor de 130/85 mm Hg que no tienen otros factores de riesgo
Es probable que su proveedor recomiende que se realice chequeos con más frecuencia basado en sus niveles de presión arterial y otros problemas médicos.

Resultados normales
Por lo regular, las lecturas de presión arterial se dan como dos números. Por ejemplo, su proveedor podría decirle que su presión arterial es 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg). Uno o ambos de estos números pueden estar demasiado altos.

La presión arterial normal es cuando el número superior (presión arterial sistólica) está por debajo de 120 la mayoría de las veces, y el número inferior (presión arterial diastólica) está por debajo de 80 la mayor parte del tiempo (escrito como 120/80 mm Hg).

Significado de los resultados anormales
La presión arterial alta (hipertensión) es cuando el número superior (presión arterial sistólica) es de140 mm Hg o más la mayoría de las veces, o el número inferior (presión arterial diastólica) es de 90 mm Hg o más la mayor parte del tiempo (escrito como 140/90 mm Hg).

Si los números de su presión arterial son 120/80 mm Hg o mayores, pero por debajo de 140/90 mm Hg, a esto se le denomina prehipertensión. Si usted tiene prehipertensión es más probable que desarrolle presión arterial alta.

Si usted tiene diabetes, enfermedad del corazón o problemas renales o si tuvo un accidente cerebrovascular, su proveedor aconsejará que su presión arterial esté más baja.

Las referencias de presión arterial más comúnmente utilizadas para las personas con estos problemas médicos están por debajo de 130 a 140/80 mm Hg.

La mayoría de las veces, la presión arterial alta no causa síntomas.

Consideraciones
Es normal que su presión arterial varíe en diferentes momentos del día:

Normalmente es más alta cuando usted está en el trabajo.
Disminuye ligeramente cuando usted está en casa.
Normalmente es más baja cuando usted está durmiendo.
Es normal que su presión arterial aumente repentinamente cuando usted se despierta. En las personas con presión arterial muy alta, es cuando están en mayor riesgo de un ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Las lecturas de presión arterial tomadas en casa pueden ser una mejor medición de su presión arterial corriente que las tomadas en el consultorio del proveedor.

Verifique que su monitor de presión arterial en casa sea preciso.
Pídale al proveedor que compare sus lecturas tomadas en la casa con las lecturas tomadas en el consultorio.
Muchas personas se ponen nerviosas en el consultorio del proveedor y tienen lecturas más altas que las que tienen en la casa. Esto se denomina hipertensión de la bata blanca. Las lecturas de presión arterial tomadas en la casa pueden ayudar a detectar este problema.

Nombres alternativos
Presión arterial diastólica; Presión arterial sistólica; Lectura de la presión arterial; Medición de la presión arterial; Hipertensión - medición de la presión arterial; Presión arterial alta - medición de la presión arterial; Esfignomanómetro

No hay texto alternativo automático disponible.

ALIMENTACION CON SUSTITUTOS DE LECHE EN CASOS ESPECIALES:

No hay texto alternativo automático disponible.